Análisis de personajes: Chihiro
¡Hola! Hoy os traigo el análisis de Chihiro, de la película El Viaje de Chihiro de Studio Ghibli.
Primero, me gustaría destacar el hecho de que Miyazaki siempre escoge heroínas femeninas para sus películas para poder inspirar a todas las niñas, pues este tipo de heroínas está muy menospreciado en la industria del cine.
Con esta película, Miyazaki quiere hacer ver a las niñas que tienen un gran potencial que desarrollar. El desarrollo de Chihiro no es tanto de aprendizaje como de autorreconocimiento. Chihiro se da cuenta a lo largo de la película de las capacidades que posee, va ganando confianza en ella misma.
Esta evolución se puede ver bien en el contraste de dos escenas: cuando Chihiro baja las escaleras hasta el lugar donde se encuentra Kamaji la observamos con miedo e inseguridad; mientras que cuando ve a Haku herido en forma de dragón, no duda en cruzar por una tubería inestable a muchos metros de altura a pesar de que esta vez el peligro es real.
A lo largo de la película, Chihiro aprende normas de convivencia, a adaptarse a su entorno y a ser responsable. A su vez, aprende a solucionar sus problemas con confianza y reconoce sus capacidades. Es en el momento en el que recuerda su nombre y recupera su identidad el culmen de su evolución, ha aceptado su verdadero yo. En un principio, Chihiro es una niña vulnerable, con un "yo" configurado culturalmente, artificial. Su entorno no le había permitido descubrir su valor, es una niña mimada a la que la sociedad consumista y frívola le ha llevado a un declive espiritual. Sin embargo, en el mundo de los espíritus, las situaciones a las que se enfrenta obligan a que su "yo" real, latente, salga a la luz. No aprende nuevas capacidades, sino que ya las tenía en su interior.
Chihiro es un personaje hecho para demostrar que, aunque la sociedad espere que las niñas sean vulnerables, pueden hacer frente a las dificultades con su propia fuerza.
Primero, me gustaría destacar el hecho de que Miyazaki siempre escoge heroínas femeninas para sus películas para poder inspirar a todas las niñas, pues este tipo de heroínas está muy menospreciado en la industria del cine.
Con esta película, Miyazaki quiere hacer ver a las niñas que tienen un gran potencial que desarrollar. El desarrollo de Chihiro no es tanto de aprendizaje como de autorreconocimiento. Chihiro se da cuenta a lo largo de la película de las capacidades que posee, va ganando confianza en ella misma.
Esta evolución se puede ver bien en el contraste de dos escenas: cuando Chihiro baja las escaleras hasta el lugar donde se encuentra Kamaji la observamos con miedo e inseguridad; mientras que cuando ve a Haku herido en forma de dragón, no duda en cruzar por una tubería inestable a muchos metros de altura a pesar de que esta vez el peligro es real.
A lo largo de la película, Chihiro aprende normas de convivencia, a adaptarse a su entorno y a ser responsable. A su vez, aprende a solucionar sus problemas con confianza y reconoce sus capacidades. Es en el momento en el que recuerda su nombre y recupera su identidad el culmen de su evolución, ha aceptado su verdadero yo. En un principio, Chihiro es una niña vulnerable, con un "yo" configurado culturalmente, artificial. Su entorno no le había permitido descubrir su valor, es una niña mimada a la que la sociedad consumista y frívola le ha llevado a un declive espiritual. Sin embargo, en el mundo de los espíritus, las situaciones a las que se enfrenta obligan a que su "yo" real, latente, salga a la luz. No aprende nuevas capacidades, sino que ya las tenía en su interior.
Chihiro es un personaje hecho para demostrar que, aunque la sociedad espere que las niñas sean vulnerables, pueden hacer frente a las dificultades con su propia fuerza.
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